Se trata de uno de los palacios más recientes de Estambul, aunque curiosamente fue el primer palacio de estilo europeo de Estambul. Fue construido entre 1843 y 1856 por el sultán Abdulmecit I, quien vivió en este palacio unos quince años. A su muerte este edificio se utilizó para recibir a los embajadores extranjeros y como residencia de los invitados por el estado turco.
Esto fue así hasta 1923, cuando el Presidente de Turquía, Ataturk, lo tomó como su propia residencia de verano cuando visitaba Estambul. Tras la muerte de Ataturk el palacio se restauró y se adecentó para abrir a finales de 1938 como el Museo del Palacio Dolmabahce.
Realmente se trata de un palacio muy suntuoso, con mármoles traídos del Mar de Mármara, alabastros de Egipto, columnas de Pérgamo, etc… Los techos y los cuadros que cuelgan del palacio los pintaron artistas italianos y franceses. A tanto llegó la suntuosidad que sólo para adornar el techo se usaron catorce toneladas de oro.
En la estancia central se encuentra una impresionante lámpara de araña hecha con cristal de Bohemia, con un peso de cuatro toneladas y media. El palacio se divide en tres partes, las habitaciones reservadas a los hombres, las habitaciones de actos ceremoniales y el harén, donde vivía la familia del sultán.
En total 285 habitaciones, 46 salones, 6 cuartos de baño y 46 aseos. Una de las habitaciones más visitadas por los turistas es en la que murió el presidente turco Ataturk, el 10 de noviembre de 1938. También son muy visitados los jardines del palacio, la torre, una preciosa escalinata de cristal y la terraza con maravillosas vistas del Bósforo.
Eso sí, el palacio se encuentra un poco alejado del centro histórico de la ciudad, por lo que hará falta dedicar una mañana o una tarde especial para poder verlo y entrar en él. Hay visitas guiadas en inglés en temporada baja, aunque en verano se puede hacer al menos un par de ellas al día en español.
Nosotros os recomendamos este palacio si os gusta contemplar el lujo del imperio otomano y los jardines turcos. Acercaros después de la visita a la cafetería que tiene vistas al Bósforo. Será la mejor manera de terminar vuestro recorrido. Es preferible también ir temprano por la mañana, nada más abrir, ya que suele haber bastante cola.
– Información adicional
- Horarios: El Palacio Dolmabahce abre de martes a domingo de 09.00 a 17.00 horas. Cierra todos los lunes
- Precios: La entrada cuesta 15 liras turcas, algo más de siete euros. Para entrar en el harén hay que pagar un suplemento de 10 liras turcas más, unos cinco euros. Se puede pagar con tarjeta.
– Cómo llegar
La mejor forma de llegar al Palacio Dolmabahce es tomar el tranvía hasta la última parada de Kabatas. Allí os bajáis y andáis unos minutos a orillas del Bósforo hasta el palacio.