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Hay lugares realmente mágicos en Estambul, rincones donde saborear lo mejor de la esencia de la ciudad y su cultura. Son esos pequeños locales que tal vez sólo conozcan los propios habitantes de la ciudad otomana, y que con mucho gusto siempre recomiendan a los turistas. Uno de estos locales es el Pierre Loti Café.

Está situado en el barrio de Eyud, un pequeño café de estilo francés, elegantemente decorado, que no sólo impacta por el sabor y el olor a café que notaréis nada más entrar. Al maravilloso encanto de una tarde en Estambul junto a el olor del mejor café turco se le suman las impresionantes vistas del Bósforo y de la propia ciudad.

Y es que Pierre Loti Café se halla sobre una pequeña colina. Es como si pusiéramos Estambul y todos sus minaretes y mezquitas a vuestros pies. Lugar romántico, íntimo y acogedor, toma su nombre del escritor francés Pierre Loti.

No podéis perderos el capricho de tomar un café o un té en la terraza de este local. Podéis llegar perfectamente tomando el teleférico de la Mezquita de Eyup, o bien en un paseo que apenas nos lleva unos veinte minutos. Pero vale mucho la pena, ya que iréis dejando atrás Estambul, descubriendo su horizonte cuajado de torres y mezquitas.

Cerca del café, o a medida que vas subiendo hasta él, veréis el célebre Cementerio de Eyup. No preocuparos porque es el típico cementerio de carácter romántico, al que seguramente echaréis unas cuantas fotografías. Las lápidas son muy antiguas y presentan varias curiosidades. Por ejemplo, están coronadas con un turbante si es la tumba de un hombre, un chal si es la de una mujer, e incluso una diadema si es la de una princesa.

Poco a poco os irá apareciendo la silueta del Cuerno de Oro, que desde la terraza del Pierre Loti se os mostrará en todo su esplendor. Eso sí, no esperéis ver una magnífica puesta de sol ya que precisamente el sol se pone por el otro lado de las vistas. De todas maneras, el esfuerzo de llegar hasta aquí merece mucho la pena.